Dones del Espíritu Santo
Un don es algo dado por otro libre, gratuita y benévolamente:1 el mismo Espíritu Santo es mencionado como un don en la liturgia o los himnos litúrgicos.2
Dado que la teología considera al mismo Espíritu Santo como el primer don de Dios, en sentido amplio pueden llamarse “dones del Espíritu santo” todos los dones de Él. En sentido impropio son dones del Espíritu Santo las virtudes sobrenaturales aun cuando no impliquen la gracia y en sentido propio todo don que implique la amistad o gracia de Dios.3 Se dice que son hábitos sobrenaturales pues los dones para que sean permanentes y (permanezcan)o mantengan) de tener la forma de hábitos. Dado que se trata de realidades sobrenaturales han de ser infundidas por Dios en el alma.
En la teología escolástica suele aclararse que los dones son infundidos en las “potencias del alma” indicando con ello las facultades superiores (entendimiento, voluntad, memoria) que reciben un hábito que les permite responder con mayor facilidad y secundar las mociones propias del Espíritu Santo o gracia actual. La facultad los recibe “pasivamente” pero ha de actuarlos: es decir, no quitan la libertad ni la cohíben.
¿Cuáles son?
De acuerdo con 1 Corintios 12 (Reina Valera 1960) Pablo señaló 9 dones del Espíritu Santo, los cuales son:
Palabra de sabiduría
Palabra de ciencia
El don de fé
El discernimiento de espíritus
El don de hacer milagros
El don de sanidad
El don de Profecía o Profetizar
El don de Hablar en lenguas
El don de interpretar las lenguas
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